La atracción que
siento por la madera, con sus texturas, colores, olores, matices, vetas y
nudos, me invita a recrearla de la manera más natural posible.
Siguiendo un
tratamiento artesanal, y utilizando materiales ecológicos, consigo ese
equilibrio entre la estética, la funcionalidad, y el bien común.
La madera es tratada con mimo con mis propias manos, manejando algún medio mecánico para el corte, térmicos para los pirograbados, y aplicando ceras y aceites vegetales naturales para su mayor protección y durabilidad, respetando en todo momento, la belleza que emana de la madera, en su estado natural.
Los banquitos plegables son un ejemplo de ello. Confortables, ligeros, transportables, fáciles de montar y desmontar, muy útiles en multitud de circunstancias, y te mantienen en una mejor postura corporal.
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